Cristina: “No queremos importar ni un clavo y que todo
sea producto argentino”
Habló de la necesidad de tener una ley
que termine con la “industria del juicio”
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Cristina: “La inversión en ladrillos es una
de las más seguras”
“Es necesario no depender de la importación, por eso no queremos importar ni un clavo y queremos que sea todo producto argentino”, subrayó la presidenta Cristina Fernández ante los empresarios reunidos en la 59 Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) a poco de iniciar su discurso, y a once días de reasumir en el cargo, lanzó mensajes en varios sentidos.
Cristina llegó alrededor de las ocho a un hotel de Retiro, acompañada por buena parte de su Gabinete. Con ella volvieron Amado Boudou y Julio De Vido. Se sumaron Débora Giorgi, Carlos Tomada, Aníbal Fernández y Daniel Scioli.
En la primera fila escuchaba Guillermo Moreno, junto con Adelmo Gabbi y José Ignacio De Mendiguren, más ministros de Scioli. También regresó el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, que había disertado por la mañana.
En su discurso, la Presidenta destacó el rol de los trabajadores, minimizó el conflicto con los productores rurales que sacudió el 2008 y volvió a señalar que la “inversión del sector privado” es uno de los pilares del crecimiento económico de un país.
Sobre ese último punto, aprovechó el escenario ofrecido por los constructores y ponderó los beneficios de la inversión en el sector “en medio de la volatilidad de los mercados”.
“Los ladrillos siempre están y es una de las inversiones más seguras y concretas”, dijo, y arrancó aplausos entre los constructores. Éste es uno de los rubros de la economía que más crecieron en los últimos años.
ART. Por otra parte, no dudó en hacer un gesto hacia la platea al plantear la necesidad de abordar “el problema de los accidentes laborales, de la doble vía, a través de una ley que contemple intereses de trabajadores y terminar con la industria del juicio”.
“En 2010, casi el 6 por ciento del PBI fue inversión pura en infraestructura social y económica, una cifra inédita en el país”, agregó.
Acercamiento. La otra señal fue destinada hacia los ruralistas, con los que el Gobierno nacional mantuvo un fuerte enfrentamiento durante el 2008 por el intento de aplicar retenciones móviles a los granos, que terminó con la ruptura política con el vicepresidente Julio Cobos. “Trabajamos para que el crecimiento siga siendo armonioso, porque más allá de algunas palabras altisonantes y algún episodio como el de 2008, hemos crecido en forma muy armónica y nos hemos comportado como una sociedad civilizada, que no es sólo tener buenos modales”, indicó e hizo un gesto con las manos para mostrar que el tema había quedado en el pasado.
“Creo que tenemos la obligación de que este crecimiento, que ha sido muy virtuoso, porque la Argentina –sin acceso al mercado de capitales– ha cumplido con todos sus compromisos, y hoy quienes están al borde de la quiebra son quienes antes tenían mejores calificaciones que nosotros. Se ve que fallaron los maestros que calificaban”, agregó.
Actores. Además, la jefa de Estado sostuvo que “existen tres grandes actores en estos años de crecimiento, como los son el Estado animando a la inversión del sector privado, y otro de los grandes son los trabajadores”. La frase tiene un peso particular en medio de la tensión con la CGT, que sigue reclamando avanzar con una ley que regule la distribución de dividendos y que se modifique el mínimo no imponible para la cuarta categoría en el Impuesto a las Ganancias.
Después, hizo eje en un tema que comenzó a preocupar al Gobierno y que es la calidad de la conflictividad social. Por eso habló del “trabajo armonizado” y dijo que hay que tener en cuenta a los “que no tienen trabajo o los que necesitan del Estado”.
No dejó pasar la oportunidad para enviar un mensaje a su par brasileña, Dilma Rousseff, con quien se sentará a negociar esta semana en Venezuela: “La integración regional es una de las claves para poder continuar con este crecimiento virtuoso”.
La Argentina quiere las licitaciones de Brasil
La integración regional será el eje político y económico que esgrimirá Cristina Fernández en su reunión con Dilma Rousseff este viernes en Caracas para pedir que Brasil permita el ingreso y la participación de empresas constructoras argentinas en ese país.
“Es clave la integración con el Brasil y sería bueno que nos dejen entrar las empresas constructoras allí. Sabemos que viene el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos y es una buena oportunidad para lograr integración en obras y compras gubernamentales”, afirmó desde el Sheraton, donde minutos antes se leyó una carta del ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, al que le deseó una pronta mejoría.
La Argentina negocia en el marco del Mercosur pero también para que Brasil amplíe el protocolo de compras gubernamentales a los socios del bloque. Cristina lo mencionó después de reunirse con el empresario Eduardo Eurnekián, que ganó una licitación en la concesión de un aeropuerto en Brasil pero sólo después de asociarse con un empresario brasileño, un requisito que no pone la Argentina.
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