Shoppings para todos
22/11/2011
El acceso creciente de los sectores medio-bajos al consumo motoriza el desarrollo de centros comerciales en locaciones no tradicionales. Las claves.
San Justo Shopping. El centro comercial que abrió un nuevo mercado en el corazón de La Matanza.
Durante el evento, Santiago Blaksley, presidente de la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC), la entidad organizadora, advirtió que en la actualidad se experimenta “una verdadera explosión de la industria de los shoppings en ciudades más pequeñas del interior y entre los hogares más beneficiados por la recuperación del consumo”.
Agregó que en la actualidad existen 17 nuevos proyectos que esperan estar inaugurados en 2013 –algunos ya en obra–, y que se sumarán a los 96 que ya funcionan en el país y, para más datos, apuntó que sumarán unos 700.000 m2 (incluidos los reciclajes de edificios históricos), representarán una inversión de US$ 700 millones y generarán 10.000 puestos de trabajo.
De ellos, un porcentaje importante está destinado a un segmento novedoso, el de la clase media baja, que ya viene siendo explorado por algunos casos exitosos recientes como San Justo Shopping, en el cruce de Camino de Cintura y Provincias Unidas; es decir, el corazón del partido La Matanza, el más extenso y poblado del Gran Buenos Aires.
Este proyecto fue desarrollado por Continental Urbana. El presidente de la firma, Issel Kiperszmid, con experiencia en residencias de alta gama en Puerto Madero dijo que advirtió en este segmento “una gran oportunidad para desarrollar nuevos negocios, apuntando a un mercado que no contaba con servicios y contacto con las marcas de primer nivel en su zona”. También admitió estar impresionado por “el impacto social y cultural ” de estos emprendimientos.
Como para confirmar la tendencia, para antes de fin de año está programada la inauguración del Catán Shopping, en la intersección de la ruta 3 y la 21, González Catán, a cargo de Oxant Group, la misma empresa que asesoró al recientemente inaugurado Recoleta Mall. “Apuntamos al público de clase baja y media baja que se está incorporando al consumo y que no tiene suficiente poder de compra para acceder a un bien durable, pero que sí está demandando indumentaria y electrodomésticos”, explicó Marcelo Chane, socio gerente de Oxant. Otras locaciones en la mira de los desarrolladores son las ciudades todavía “vírgenes”, como San Juan, Rafaela o Comodoro Rivadavia.
Blaksley coincide con este diagnóstico. ”Ahora lo que vemos es que está creciendo ese segmento, con ingresos promedio de $6.500”. Según estimó, este sector, al que algunos denominan consumidores en la base de la pirámide, pasó de ser el 23% de la población al 30%.
Desde el punto de vista de los desarrolladores y operadores, el negocio consiste en alquilar los locales con un porcentaje sobre la venta que suele promediar el 7% o un Valor Mínimo Asegurado (VMA): el que resulte mayor. El VMA se pacta en forma creciente para cada año de alquiler, ya que se apuesta a la consolidación en el tiempo, y los plazos de 3 años de alquiler se están extendiendo a 4 años para facilitar la amortización de la inversión por parte de los inquilinos.
Sin embargo, no todas las voces comparten el mismo optimismo sobre el fenómeno. Por caso, durante el Coloquio “Acceso a la Vivienda Propia”, celebrado este año por la AEV, varios directivos de la entidad coincidieron en señalar que el mercado del “consumo efímero” absorbe toda la capacidad de ahorro de los que no pueden encarar la compra de una vivienda propia.
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