Con un dólar custodiado, se duplica la expansión de depósitos en pesos
Los plazos fijos mayoristas del sector privado (las colocaciones de más de $ 1 millón) registraron un importante avance en los últimos dos meses en el sistema bancario. En las entidades financieras adjudican este crecimiento en buena parte al corralito cambiario, como suelen denominar en el sector al referirse a los controles para la compra de dólares impuestos por el Gobierno desde fines de octubre pasado.
Según dicen, las empresas (muchas de ellas importadoras) optan por dejar sus pesos en los bancos, ya sea a la vista o a plazo, al verse impedidas a comprar divisas.
Si bien enero (como diciembre y febrero) es un mes en el que estacionalmente suele crecer la liquidez en el sector, lo cierto es que el avance estuvo muy por encima de años anteriores. A la estacionalidad, los gerentes financieros le sumaron el factor del cepo verde. Es por eso que en enero estas colocaciones duplicaron el ritmo de expansión respecto de años anteriores. Según los últimos datos disponibles del Banco Central (BCRA), en los primeros 20 días del año, el colchón de liquidez en los bancos provenientes de grandes inversores dio un salto de casi $ 2.700 millones, pasando de $ 53.906 millones hasta $ 56.574 millones. El avance significó más del doble de la expansión de $ 1.100 millones que crecieron en igual período de 2011; estuvo por encima de los $ 1.500 millones de 2010 y también duplicó el avance de $ 1.100 millones de 2009.
A pocos días de terminar el mes, en las entidades esperan que la tendencia se intensifique y que llegue a igualar o superar la cifra del último mes de 2011. En diciembre, los plazos fijos mayoristas avanzaron $ 3.728 millones. El dato fue por demás sugestivo, teniendo en cuenta los movimientos de años anteriores: en diciembre de 2010, con la misma estacionalidad, los plazos fijos mayoristas apenas se habían movido, sólo unos $ 515 millones y en diciembre de 2009, incluso habían bajado ($ 1.505 millones). Se está evidenciando en las empresas o grandes inversores un flujo de fondos ocioso al no poder volcarse al dólar, explicaron entonces en un banco extranjero líder.
El fenómeno no es exclusivo de las grandes compañías. Por el mismo motivo, los pequeños ahorristas también están renovando sus plazos fijos. Según cifras oficiales, los depósitos minoristas a plazo treparon unos $ 5.247 millones en los primeros veinte días de enero. Estas colocaciones pasaron de $ 110.432 millones hasta $ 115.679 millones. Este avance también duplicó el crecimiento de los minoristas de igual período del año anterior, cuando avanzaron
$ 2.641 millones.
En las mesas además destacan como llamativo semejante crecimiento, teniendo en cuenta que las tasas que pagan en los bancos por estas colocaciones ha caído considerablemente en los últimos dos meses. La Badlar (para grandes depósitos) ya se ubica por debajo del 16%.
Durante el 2011, las tasas de los depósitos se mantuvieron en torno al 10% y 11% en el primer semestre. Pero a partir de esa fecha escalaron hasta el 25%, para descender pedido oficial mediante hasta un 18% anual en diciembre.
El pronóstico apunta a una estabilidad en el costo del dinero que, si bien no compensa la inflación para los inversores (estimada por consultoras privadas por encima del 20%), le sigue ganando a las proyecciones de suba de dólar (en promedio un 13% anual, contra el casi 8% de 2011).
Desde el sector esperan que la tendencia continúe, siempre y cuando las condiciones del mercado actuales permanezcan y los ahorristas no encuentren activos más atractivos en rentabilidad.
Según dicen, las empresas (muchas de ellas importadoras) optan por dejar sus pesos en los bancos, ya sea a la vista o a plazo, al verse impedidas a comprar divisas.
Si bien enero (como diciembre y febrero) es un mes en el que estacionalmente suele crecer la liquidez en el sector, lo cierto es que el avance estuvo muy por encima de años anteriores. A la estacionalidad, los gerentes financieros le sumaron el factor del cepo verde. Es por eso que en enero estas colocaciones duplicaron el ritmo de expansión respecto de años anteriores. Según los últimos datos disponibles del Banco Central (BCRA), en los primeros 20 días del año, el colchón de liquidez en los bancos provenientes de grandes inversores dio un salto de casi $ 2.700 millones, pasando de $ 53.906 millones hasta $ 56.574 millones. El avance significó más del doble de la expansión de $ 1.100 millones que crecieron en igual período de 2011; estuvo por encima de los $ 1.500 millones de 2010 y también duplicó el avance de $ 1.100 millones de 2009.
A pocos días de terminar el mes, en las entidades esperan que la tendencia se intensifique y que llegue a igualar o superar la cifra del último mes de 2011. En diciembre, los plazos fijos mayoristas avanzaron $ 3.728 millones. El dato fue por demás sugestivo, teniendo en cuenta los movimientos de años anteriores: en diciembre de 2010, con la misma estacionalidad, los plazos fijos mayoristas apenas se habían movido, sólo unos $ 515 millones y en diciembre de 2009, incluso habían bajado ($ 1.505 millones). Se está evidenciando en las empresas o grandes inversores un flujo de fondos ocioso al no poder volcarse al dólar, explicaron entonces en un banco extranjero líder.
El fenómeno no es exclusivo de las grandes compañías. Por el mismo motivo, los pequeños ahorristas también están renovando sus plazos fijos. Según cifras oficiales, los depósitos minoristas a plazo treparon unos $ 5.247 millones en los primeros veinte días de enero. Estas colocaciones pasaron de $ 110.432 millones hasta $ 115.679 millones. Este avance también duplicó el crecimiento de los minoristas de igual período del año anterior, cuando avanzaron
$ 2.641 millones.
En las mesas además destacan como llamativo semejante crecimiento, teniendo en cuenta que las tasas que pagan en los bancos por estas colocaciones ha caído considerablemente en los últimos dos meses. La Badlar (para grandes depósitos) ya se ubica por debajo del 16%.
Durante el 2011, las tasas de los depósitos se mantuvieron en torno al 10% y 11% en el primer semestre. Pero a partir de esa fecha escalaron hasta el 25%, para descender pedido oficial mediante hasta un 18% anual en diciembre.
El pronóstico apunta a una estabilidad en el costo del dinero que, si bien no compensa la inflación para los inversores (estimada por consultoras privadas por encima del 20%), le sigue ganando a las proyecciones de suba de dólar (en promedio un 13% anual, contra el casi 8% de 2011).
Desde el sector esperan que la tendencia continúe, siempre y cuando las condiciones del mercado actuales permanezcan y los ahorristas no encuentren activos más atractivos en rentabilidad.