En concreto
El ladrillo, imbatible aun en la adversidadaun en la adversidad
Por Adriana Anzillotti | LA NACION
Con cuentagotas, alguna leve flexibilización se enuncia con relación al ahorro. Algo parecido sucedió para la compra de inmuebles. ¿Se concretarán? Por ahora son sólo promesas como otras que despiertan interés en aquellos que se ilusionan con los créditos que ofrecerá para construir (ahora sólo por sorteo) a quienes no tienen casa propia. Millones de expectativas estallaron en horas, ¿pero cuántos podrán acceder verdaderamente a esos créditos? Hubo experiencias anteriores que no llegaron a ningún puerto. ¿Qué sucederá ahora? En estos días circuló reiteradas veces en boca de hombres de negocios la palabra oportunidad frente a la crisis. Quizás habría que sustituirla por defensa de los ahorros en un ámbito donde reina la desconfianza. Ahorros que pueden ser individuales, de entidades o empresas. Pese a todo hay que decirlo: el ladrillo es imbatible. Por alguna razón, una prestigiosa entidad hace unos días confirmó un acuerdo para la compra del edificio Puerto León por algo menos de 40 millones de dólares en el dique 4 de Puerto Madero. La inversión que dejará una renta es un gran respaldo. La economía -según lo confirman especialistas en el tema- ha entrado en un proceso recesivo, con inflación. Todo muy preocupante.
Frente a esta realidad es natural que la gente busque aferrarse a una moneda fuerte como el dólar. O su equivalente, el ladrillo-dólar, que no es verde, pero sí sólido y no se volatiliza, palabra que se asocia a otros períodos aciagos del país.
A pesar de todo, la coyuntura manda. Esta semana se habló menos acerca de si la AFIP es más flexible para atender los requerimientos de la gente que ahorra en dólares, porque el escenario político se recalentó entre el líder del sindicato de los camioneros y el Gobierno, paro mediante y anuncio de paro y movilización para el miércoles que viene. En el medio se informaron subas salariales y acuerdos que incluye al sindicato de la construcción. Al margen de esta mejora, el problema está en otro lado: la oferta de trabajo en esta industria podría afectar a muchos obreros con la caída de los permisos para nuevas obras.
A la vez hay que entender que el mercado inmobiliario es mucho más sofisticado de lo que parece y los negocios no se tejen para dentro de unos días, sino en el largo plazo. Y es allí donde pueden hallarse las oportunidades, pese a la ausencia de inversiones del exterior que hacen tanta falta, pero que no se sienten atraídas hoy por la falta de reglas claras y la inestabilidad actual del país.
Este escenario de conflictividad permanente aleja a quienes buscan instalarse para producir, generar trabajo y frente a los riesgos del capital ofrecido obtener buenos resultados. ¿Es buen momento para comprar? Es posible, sólo es necesario asegurarse cómo se implementa la operación y cuál es el precio. El ladrillo jamás defrauda, pese a la infinidad de tropiezos y trabas existentes..