Locales cerrados: la caída de las ventas ya impacta en los comercios
14-05-2014 En una recorrida por los alrededores de la Plaza Serrano, en Palermo, y la zona de outlets de Villa Crespo, se constató que los carteles de alquiler comenzaron a expandirse en los últimos meses. www.iprofesional.com
La recorrida comenzó en Costa Rica y Uriarte, en el barrio porteño de Palermo, donde hay dos locales cerrados, en dos esquinas enfrentadas.
A una cuadra de allí, la parrilla Carlitos también bajó sus persianas. Y a unos 50 metros, en la galería de Nicaragua 4938, la mitad de los comercios no tiene inquilino.
Más cerca de Plaza Serrano, en el pasaje Russel, a unos metros de Borges, una mujer tomaba un café en la puerta de su bar. Enfrente hay un local de ropa que cerró, según sus vecinos, a los 10 días de su apertura.
"No entró ni la madre a comprar. Quedamos pocos por la zona", dijo, al tiempo que aclaró que no hay muchos carteles de inmobiliarias porque "en la zona casi todo es por dueño directo, porque pagar una comisión te funde".
Sobre Honduras hacia Scalabrini Ortiz, una de las calles donde se trabaja con más fuerza, prácticamente todos los locales siguen abiertos.
Pero en las calles laterales la actividad no se siente de la misma forma.
Por ejemplo, detalla Infobae, en la mano impar de Malabia desde Costa Rica hasta Honduras hay 5 locales con carteles de "alquila", entre ellos, los que ocupaban las marcas de ropa Wanama y Max Martini.
También fue relevada para este informe la zona de outlets de la calle Aguirre, en Villa Crespo, que en pocas cuadras reúne una gran oferta de primeras marcas de indumentaria, zapatos y accesorios. Allí la caída de la actividad comercial se siente más fuerte que en Palermo.
Por ejemplo, en Aguirre al 800 -la cuadra más importante de la zona- hay tres locales que no están ocupados, y en la siguiente, al 900, la cifra se duplica, son 6 los comercios cerrados, pese a que los carteles de alquiler de las inmobiliarias aclaran que es "zona outlet".
Lo mismo sucede a la vuelta, en Serrano al 800: a metros de Aguirre hay 3 locales cerrados y llegando a la otra esquina, poco antes de Loyola, hay otros 4 comercios con las persianas bajas.
La merma en la actividad comercial también se siente con fuerza en Loyola al 700, otra cuadra candente de la zona.
En apenas 20 metros hay 4 locales con carteles de "Alquila", todos ocupados previamente por marcas de indumentarias, entre ellas, Taos Pueblo y Dedicated to you.
En los alrededores también hay bastantes locales sin ocupantes: uno que vendía pizzas y empanadas en Thames y Ramírez de Velasco, otro a 20 metros de allí, y otros dos en la cuadra siguiente. A la vuelta, en Ramírez de Velasco al 800, hay 6 locales cerrados, y uno más a media cuadra, sobre Gurruchaga.
En cambio, sobre la avenida Córdoba, en una zona famosa porque nuclea gran cantidad de marcas con discontinuos de primera y segunda selección, la actividad sigue siendo importante.
En las dos cuadras más transitadas, entre Scalabrini Ortiz y Armenia, la mayoría de los locales sigue funcionando. Y hacia Juan B. Justo, en promedio hay un local cerrado cada 50 metros.
El fenómeno no es exclusividad de la Ciudad de Buenos Aires. En el Gran Buenos Aires la crisis impacta en distintos centros comerciales.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa intenta buscarle una explicación al fenómeno.
Dicen que los pequeños comercios no escapan de la situación general que atraviesa la economía. Por ejemplo, en enero, febrero y marzo la caída de ventas fue de 5 puntos con respecto al año anterior. Y en abril superó el 7 por ciento.
A la recesión de ventas se suma el aumento de los costos fijos, sobre todo el de los alquileres, con propietarios que buscan asegurarse la rentabilidad con contratos que se indexan todos los años.
Los especialistas coinciden en que los rubros más afectados son calzado e indumentaria porque la oferta es mayor. Sin embargo la crisis también golpea a la gastronomía, donde se registraron varios cierres de locales, concluye Infobae.
14-05-2014 En una recorrida por los alrededores de la Plaza Serrano, en Palermo, y la zona de outlets de Villa Crespo, se constató que los carteles de alquiler comenzaron a expandirse en los últimos meses. www.iprofesional.com
La recorrida comenzó en Costa Rica y Uriarte, en el barrio porteño de Palermo, donde hay dos locales cerrados, en dos esquinas enfrentadas.
A una cuadra de allí, la parrilla Carlitos también bajó sus persianas. Y a unos 50 metros, en la galería de Nicaragua 4938, la mitad de los comercios no tiene inquilino.
Más cerca de Plaza Serrano, en el pasaje Russel, a unos metros de Borges, una mujer tomaba un café en la puerta de su bar. Enfrente hay un local de ropa que cerró, según sus vecinos, a los 10 días de su apertura.
"No entró ni la madre a comprar. Quedamos pocos por la zona", dijo, al tiempo que aclaró que no hay muchos carteles de inmobiliarias porque "en la zona casi todo es por dueño directo, porque pagar una comisión te funde".
Sobre Honduras hacia Scalabrini Ortiz, una de las calles donde se trabaja con más fuerza, prácticamente todos los locales siguen abiertos.
Pero en las calles laterales la actividad no se siente de la misma forma.
Por ejemplo, detalla Infobae, en la mano impar de Malabia desde Costa Rica hasta Honduras hay 5 locales con carteles de "alquila", entre ellos, los que ocupaban las marcas de ropa Wanama y Max Martini.
También fue relevada para este informe la zona de outlets de la calle Aguirre, en Villa Crespo, que en pocas cuadras reúne una gran oferta de primeras marcas de indumentaria, zapatos y accesorios. Allí la caída de la actividad comercial se siente más fuerte que en Palermo.
Por ejemplo, en Aguirre al 800 -la cuadra más importante de la zona- hay tres locales que no están ocupados, y en la siguiente, al 900, la cifra se duplica, son 6 los comercios cerrados, pese a que los carteles de alquiler de las inmobiliarias aclaran que es "zona outlet".
Lo mismo sucede a la vuelta, en Serrano al 800: a metros de Aguirre hay 3 locales cerrados y llegando a la otra esquina, poco antes de Loyola, hay otros 4 comercios con las persianas bajas.
La merma en la actividad comercial también se siente con fuerza en Loyola al 700, otra cuadra candente de la zona.
En apenas 20 metros hay 4 locales con carteles de "Alquila", todos ocupados previamente por marcas de indumentarias, entre ellas, Taos Pueblo y Dedicated to you.
En los alrededores también hay bastantes locales sin ocupantes: uno que vendía pizzas y empanadas en Thames y Ramírez de Velasco, otro a 20 metros de allí, y otros dos en la cuadra siguiente. A la vuelta, en Ramírez de Velasco al 800, hay 6 locales cerrados, y uno más a media cuadra, sobre Gurruchaga.
En cambio, sobre la avenida Córdoba, en una zona famosa porque nuclea gran cantidad de marcas con discontinuos de primera y segunda selección, la actividad sigue siendo importante.
En las dos cuadras más transitadas, entre Scalabrini Ortiz y Armenia, la mayoría de los locales sigue funcionando. Y hacia Juan B. Justo, en promedio hay un local cerrado cada 50 metros.
El fenómeno no es exclusividad de la Ciudad de Buenos Aires. En el Gran Buenos Aires la crisis impacta en distintos centros comerciales.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa intenta buscarle una explicación al fenómeno.
Dicen que los pequeños comercios no escapan de la situación general que atraviesa la economía. Por ejemplo, en enero, febrero y marzo la caída de ventas fue de 5 puntos con respecto al año anterior. Y en abril superó el 7 por ciento.
A la recesión de ventas se suma el aumento de los costos fijos, sobre todo el de los alquileres, con propietarios que buscan asegurarse la rentabilidad con contratos que se indexan todos los años.
Los especialistas coinciden en que los rubros más afectados son calzado e indumentaria porque la oferta es mayor. Sin embargo la crisis también golpea a la gastronomía, donde se registraron varios cierres de locales, concluye Infobae.