Ir al contenido principal

Tiempos Gasoleros


Los tiempos que corren obligan a cuidar más el bolsillo y llega la versión 2013 del "manual del gasolero argentino"


Salir menos a comer afuera, compartir el plato, mirar desde la vidriera el menú antes de decidir, evitar el taxi, redescubrir las virtudes del delivery, ir al almacén de barrio para no "tentarse" comprando más en los super. Algunas de las "nuevas actitudes" que traen las billeteras más flacas
Por 
    Última actualización:
    28/02/2013 7:02:04 am

    Salir a comer afuera es uno de los grandes placeres de los argentinos, que disfrutan de almorzar o de ir a cenar en familia o con amigos.
    Meses atrás, elegían el lugar, pedían lo que les venía en ganas y pocos hacían el ejercicio mental de calcular de antemano cuánto iban a tener que desembolsar al momento de hacer frente a la"dolorosa" factura.
    Justamente el criterio de "segmentación" -para medir de forma anticipada el gasto- lo daba ellugar elegido, es decir, si éste era caro o barato. Pero, una vez adentro, le daban mayor rienda suelta al placer de comer.
    Ahora la cosa no es tan así. Sea cual fuere el restaurante convenido, cada vez más argentinos se muestran mucho más cautos a la hora de optar por un plato, la bebida y ni hablar del vino.
    Una primera evidencia de este "cambio de actitud" queda plasmada en la caída que sufrió elconsumo en restaurantes en 2012 y que se mantiene en el arranque de este año.
    "La gente redujo en un 50% sus salidas a comer afuera", reconoce a iProfesional.com Roberto Brunello desde Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA).
    Y agrega que este comportamiento más "gasolero" se nota, por ejemplo, en que los argentinos miran puntillosamente los precios antes de ordenar.
    Prefieren ir a lugares más económicos y el delivery ha ganado un rol protagónico en el menú de opciones.
    Este comportamiento más cauteloso también se observa en los supermercados, según reconocen las propias fuentes del sector.
    "Se buscan los ´pack con descuento´, se recorren las góndolas en busca de ofertas, más allá del congelamiento impuesto por el Gobierno, se racionaliza un poco más la compra del mes y se mira con más entusiasmo a las segundas marcas", reconoce con cierta preocupación un importante ejecutivo de una de las principales cadenas de hipermercados.
    Sus dichos van en línea con lo que destacan fuentes del sector alimenticio: hay una mayor tendencia a comprar en "mini market" o negocios del barrio, que reducen la tentación de llevarse aquellos productos que no estaban inicialmente en los planes.
    "Los locales de cercanía vienen ganado protagonismo", afirma Ricardo Bastianón, desde la consultora CCR.
    Sus dichos quedan corroborados en los datos del Indec, que dan cuenta de una caída en la tasa decrecimiento de las compras en supermercados.
    La adquisición de indumentaria en shoppings y en centros comerciales no escapa a este comportamiento más "gasolero".
    "En lo que es ropa y calzado, la gente se está dando menos gustos y trata de ahorrar. Por eso, el consumo en esta actividad bajó mucho", afirma Adrián Kittner, de e-Consultora.
    Y agrega que, al igual que lo que sucede en los super, "en la compra de ropa se está priorizando el llevarse lo necesario", dejándose de lado aquellos "gustitos" que pueden quedar para más adelante.
    Esto marca un importante cambio de tendencia respecto a lo observado años atrás cuando, por querer ganarle a la inflación, se había instalado la idea de que era un "buen negocio" consumir.
    Incluso, los analistas habían acuñado la frase "fuga al consumo" como una forma de sintetizar esa actitud compulsiva de adquirir todo lo que encontraban a su paso.
    Ahora todo eso cambió. Las perspectivas indican que los salarios no le ganarán al índice inflacionario (con suerte le empatarán) y hay una marcada caída en las expectativas respecto a cómo piensan los argentinos que evolucionará su situación personal y la del país.
    "La gente está cuidando mucho el bolsillo", sostiene Brunello.
    Y esto queda reflejado en sus cambios de comportamiento. Algunos tratan de "disimular" frente al resto que tienen las billeteras más flacas, otros no tienen problemas en dejarlo de manifiesto.
    De algún modo -tal como ha sucedido en otros momentos del país en los cuales el "bolsillo apretaba"- hoy vuelve a reditarse el "manual del gasolero argentino" que, con un tono de humor, detalla algunas conductas típicas de épocas de ajuste presupuestario (ver infografía):
    Salidas más "gasoleras"En estos últimos meses, los encargados de comercios debieron abrir sus puertas a un nuevo estilo de consumidores que exhiben marcadas diferencias con los de antes.
    Para empezar, salen menos. Y, además, cuando lo hacen, cuidan más los pesos que gastan.
    "El que solía salir a cenar tres veces por semana, hoy va sólo una", menciona Brunello.
    Desde el sector gastronómico advierten que esta tendencia a frecuentar menos los restaurantes, para desgracia de los comerciantes, no se reduce a una sola categoría.
    En este sentido, el secretario de FEHGRA ejemplifica: "El que antes llevaba a los chicos cuatro veces por mes a los locales de comida rápida, hoy va sólo dos".
    No es para menos, si se tiene en cuenta que dos "combos" de hamburguesas en Mc Donald´s ya cuestan unos 100 pesos.
    Pizza y delivery: las estrellas del ahorro
    A la menor frecuencia de las comidas fuera del hogar, se suma otro dato desalentador para los comerciantes gastronómicos: los argentinos se inclinan con más asiduidad por aquellos lugares más económicos.
    Así lo advierte Martín Blanco, director de Moebius Marketing, una agencia especializada en el rubro: "La gente busca locales de cubiertos más baratos".
    Hablando de cubiertos, que el servicio de mesa en muchos lugares cueste más que una bebida gaseosa no escapa a los "ojos gasoleros".
    Blanco agrega que "hoy está creciendo el formato pizzería, porque en estos locales el gasto promedio es de entre $50 y $70 por persona, mientras que en los restaurantes, en general, el precio no baja de los $100".
    Otro gran aliado de los argentinos en tiempos de bolsillos más cautos es el delivery. "Venimos notando una mayor inclinación por esta opción", cuenta Blanco.
    "Miro, después entro"
    Sentarse relajados y elegir qué comer sin que los ojos "se escapen" a la columna derecha de precios es algo que, hoy por hoy, pocos pueden hacer.
    Incluso, hay menos tabú en mirar el menú que los locales exhiben cerca de la puerta de entrada.
    Como lo explican fuentes del sector, cada vez es más habitual ver esta conducta. De la consulta, se define si ése será el lugar elegido o si habrá que buscar uno más barato.
    "Hace seis meses, la gente entraba, comía y luego se iba", describe el secretario de FEHGRA.
    Y explica que, en cambio, hoy ir a un restaurante implica todo un proceso: "La gente se para en las vidrieras a mirar la lista de precios y recién entra después de haber visto cuánto le cuesta".
    Una segunda señal de la llegada de la conducta "gasolera" al sector gastronómico se advierte una vez que el mozo toma el pedido.
    En ese momento, son muchos los que empiezan a inclinarse por la opción de compartir el plato.
    Así lo nota Brunello, quien señala que "está aumentando mucho esta tendencia".
    Además del plato individual, hay otro gran "afectado" en el imperio del consumo "gasolero": se trata de la repetición de las bebidas, un lujo que los consumidores van resignando en sus salidas afuera.
    En este punto, el secretario de FEHGRA señala que en los últimos meses, "las familias están dejando de pedir la segunda bebida".
    Otra de las conductas más "gasoleras" es la de evitar el postre. Entre quienes buscan excusarse, el decir "lo comeremos en otro lado" aparece como la opción más pronunciada.
    En lo que respecta al vino, la tendencia es la de optar por botellas chicas, la opción por copa, marcas más baratas o directamente evitarlo.

    En el súper
    Para los expertos, la tendencia a ir a los negocios de cercanía -para no tentarse en los grandes súper- y darle más protagonismo a las segundas marcas, entre otros comportamientos, son consecuencia de la mayor cautela que, aseguran, permanecerá un buen tiempo. 
    "Todo parece indicar que estas conductas a la hora de comprar se van a profundizar durante el año", pronostica Ricardo Bastianón, de CCR.
    Por lo pronto, en este arranque del 2013 los comercios de la costa han sido los que debieron enfrentar esta actitud precautoria por parte de los argentinos.
    "La gente paseó, caminó y no gastó. O estaban los que venían y se sentaban dos horas y pedían sólo un par de gaseosas", se queja un empresario gastronómico marplatense.
    A ello se suma el menú "light". Pero no por las menores calorías, sino porque se resignan a saciar el estómago con una simple ensalada. "Muchos prefieren comer algo más liviano", admite Brunello desde FEHGRA.
    Así son las cosas en Argentina, con cambios profundos en los hábitos de consumo que se dan en poco tiempo. Aún está fresco el recuerdo de locales gastronómicos explotando de gente y el boom de compra de electrodomésticos, ropa o LCD.
    Ahora los bolsillos más flacos obligan a reditar el "manual del gasolero argentino". Y a recordar el viejo chiste de aquél al que la pareja le pidió que la lleve a comer afuera y, encantado, preparó la cena en el balcón.

    Entradas populares de este blog

    Metrobus 9 de Julio - Paradas

    Metrobus 9 de Julio http://movilidad.buenosaires.gob.ar Características: Traza: 3km. Carriles exclusivos desde av. San Juan hasta Arroyo. 5 estaciones (14 paradores). Pasajeros/día: 200.000. 10 líneas de colectivos circularán por la avenida 9 de Julio. 800 colectivos, 180 servicios/hora. El Metrobus de la 9 de Julio mejorará sensiblemente la forma en que nos movemos en el área central de la Ciudad y contribuirá a reducir la polución sonora y atmosférica. Será una etapa más en la historia de un eje dinámico dentro una ciudad dinámica, que debe responder a los desafíos de su tiempo. Aproximadamente 200.000 personas circulan a diario en colectivo por este corredor. Se estima que por la mejora en la calidad del servicio la demanda aumentará en un 25%. Beneficios El traslado de colectivos de Esmeralda y Maipú hacia la avenida generará un ambiente más sano, aire más limpio, menos ruido y mayor seguridad vial para caminar en Microcentro. El peatón ganará e

    Los 40 edificios más altos de Buenos Aires

    Fuente: SkyscraperPage.com (Actualizado al 2017)

    Puerto Madero

    Rascacielos de Puerto Madero: ¿una promesa incumplida? 08-05-2013 - 11:46 -  Con la inauguración, prevista para 2015, de una torre que será la más alta del país, el perfil de la ciudad habrá cambiado para siempre. Los desafíos del barrio para integrarse a la identidad de la ciudad Lorena Obiol lobiol@cronista.com   “Puerto Madero, el barrio más nuevo de la ciudad, ya es antiguo”. Es el veredicto de Roberto Converti, arquitecto y urbanista a cargo del planeamiento porteño en el marco del proceso de autonomía de la ciudad, allá por 1996, y quien también presidió la Corporación Puerto Madero entre 2000 y 2002. “Con más de 20 años, ya no forma parte de la modernidad de Buenos Aires. Las normas urbanas se aprobaron entre 1993 y 1997 en sus distintas fases, el masterplan se pensó en 1991 y se fue concretando en el tiempo. Alta en el cielo.  Los edificios más altos que se ven en Buenos Aires. El problema es que se le exige más, cuando en realidad se trata de un proyec