La doble vida de los objetos
22-03-13 16:07 El secreto de los productos de alta gama radica tanto en su exquisita materialidad como en la intangibilidad de sus atributos. Un colectivo de artistas y científicos, con base en Francia, desarrolló una técnica que expone esa belleza intrínseca. Laurence Picot, curadora de la muestra que desembarcó en la Alianza Francesa, revela cómo es rastrear la huella de un saber hacer en peligro de extinción.
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Texto: Andrea del Río
¿No debería el lujo (del latín luxus) ser la luz que alumbra a la humanidad a través del prisma de la creatividad y del saber hacer de los hombres? Actualmente, la imagen, soberana, ensalza la marca (logotipo, dimensión imaginaria) y considera natural el valor intrínseco de los objetos, considerado excepcional. Aún así, desaparecen miles de talleres, se rompe la cadena de transmisión del saber y se desvanecen las células de investigación, con el consiguiente riesgo de convertir a países sumamente ricos en conocimiento en auténticas conchas vacías. Las tecnologías virtuales permiten atravesar el caparazón 'cosmético' de los objetos, y llevar a cabo incursiones no invasivas en la materia. ¿Podría esta nueva oportunidad de visitar los cuerpos vivos resaltar las especificidades de ciertos objetos? Nuestro colectivo artístico nació a partir de este postulado, con el fin de realizar verdaderas investigaciones sobre las cualidades ocultas de los objetos de lujo. Es un viaje por la invención y el saber hacer, lo mejor de las manos y del espíritu".
Con esta proclama desembarcó en Buenos Aires la exposición Las huellas del hombre, una originalísima mirada al corazón profundo de los objetos de lujo. Firmada por el colectivo LuxInside, es una iniciativa que combina arte y ciencia en partes iguales, con la declarada misión de identificar las cualidades internas de ciertos íconos del consumo premium a través de un escáner médico asociado a las más modernas técnicas fotográficas. Se trata, en suma, de un procedimiento innovador que permite "atravesar la apariencia de los productos en la búsqueda del hombre que los concibió y fabricó. Han sido necesarios dos años de experimentación para obtener una metodología que asocia la visión artística con el análisis científico.
El producto real es 'captado' y descompuesto en cientos de millones de vox (píxel en 3D) y, posteriormente, se somete a una serie de filtros médicos relacionados con la densidad y la composición química de cada elemento. El procedimiento de reconstrucción de la imagen en dos dimensiones utiliza la información recabada como si fuera una inmensa paleta de pintor, permitiendo presenciar otra realidad", describe el catálogo de la muestra. Así, hasta el 20 de abril, es posible contemplar, en la sede central de la Alianza Francesa, una colección de 14 piezas fotografiadas y escaneadas que "encarnan la forma más lograda de aquello a lo que tiende el ser humano: superarse e innovar, apoyándose en el patrimonio inmaterial de los gestos transmitidos de generación en generación. Liberado de su apariencia, el objeto material se transforma en un objeto filosófico, y vuelve a dar sentido al hecho de haber sido creado", detallan en el sitio luxinside.com, auténtica bitácora virtual de esta hazaña artístico-científica.
Esencialmente
Laurence Picot es periodista (Le Monde, Elle, Paris Match) y fundadora de la asociación Quixotic para la transmisión del saber hacer. Miembro del colectivo LuxInside, es también la curadora de la exposición. Su carta de presentación reza que "se esfuerza por alertar al público sobre el proceso de desaparición del patrimonio inmaterial, incluyendo el saber hacer y el saber pensar, así como el saber innovar, ámbitos donde el lujo es uno de los últimos bastiones. Picot considera a este sector creador de empleo, símbolo cultural y agente social, como una garantía de futuro para todos en el mundo globalizado actual, siempre que sea portador tanto de estética como de ética.
¿Cuáles son las cualidades ocultas en los objetos de lujo?
Por principio, un objeto de lujo nunca muestra los secretos detrás de su creación y fabricación. La perfección no admite esa clase de vulgaridad, dado que es lo opuesto de la nobleza a la que aspira. Nuestro propósito ha sido poner el foco en los hacedores de esas piezas porque, en un mundo dominado por la comunicación y el márketing, la imagen de un producto puede exceder o deslucir su calidad intrínseca. Y no deberíamos perderle el rastro a la huella de esos artesanos. Eso es lo que muestran nuestras fotos: los más profundos secretos de los más icónicos objetos de la industria del lujo, que son la mano de obra del hombre, su espíritu y su saber como legado.
¿Por qué, y en qué medida, considera que esos objetos (su belleza intrínseca y sus valores universales) están en peligro?
Los trabajadores de la industria del lujo, sean artesanos o ingenieros, son cada vez más despreciados en beneficio de la imagen. Pese a que uno de los secretos del éxito de esta industria es no revelar sus secretos, muchas compañías optan por deslocalizar su producción e incluso recortar las partidas presupuestarias destinadas a investigación y desarrollo. Esta tendencia se inició en los años '80, pero tomó más impulso en la última década. ¿El resultado? Detrás de los brillantes escaparates, muchos productos premium están perdiendo sus valores básicos y son, apenas, una imagen ilusoria del lujo, una apariencia. Y esta industria no ha sido concebida para competir con otras, sino para concentrarse en hacer lo mejor que el hombre puede hacer.
Recientes estudios de mercado apuntan que los newcomers (tanto consumidores como fabricantes) de alta gama van a cambiar para siempre la definición de lujo. ¿El alegato de LuxInside en favor del savoir-faire tiene la misma resonancia en Europa que en Asia?
Por el momento, los nuevos compradores no han desarrollado una cultura de consumo suficiente como para determinar el valor del objeto que compran, sólo porque no han tenido todavía la chance de reconocerlo y aplicarlo como, por ejemplo, sí hemos hecho en Francia, donde la industria del lujo nació en 1665. Desde luego, actualmente, por ejemplo en China antes, el logo de una marca y el precio son indicadores suficientes para generar confianza. Saben poco o nada de la historia de las brands, de su especificidad, del saber hacer que han alcanzado. Para ellos, todo se reduce a LV, CC, GC... No sólo no saben qué significan esas siglas, ¡ni siquiera les importa! Por eso es tan importante educar e interesar a estos consumidores aún vírgenes en estos conceptos. No sólo por nosotros, también por ellos: sólo así podrán reconocer y preservar aquello que hace única a su propia cultura. Porque muchos países no terminan de convencerse de que pueden desarrollar su propia industria del lujo basándose en sus atributos de identidad. No es el caso de la Argentina, con sus cueros, vinos y platería. De hecho, una de las manufacturas icónicas que protagonizan nuestra colección nació en Buenos Aires (N. de E.: Se refiere a la Maison Cadolle, creada por Herminie Cadolle, una feminista de origen francés que, a mediados del siglo XIX, gestionó una prestigiosa boutique de lencería de alta gama en Buenos Aires. Tras su regreso a París, en 1889, no sólo replicó el concepto de su tienda porteña sino que lanzó al mercado una prenda que sería la antecesora del brassiere).
A través de los siglos, el poder d.el lujo se cimentó en conceptos como misterio, secreto, confidencialidad. ¿Por qué eligieron una técnica tan particular como el escáner fotográfico en 3D para llamar la atención sobre los valores intangibles de objetos tan tangibles?
Asumiendo la falta de interés de los medios y del público acerca de lo que hay de menos glamoroso detrás del lujo, pensé que podría mostrarles lo que descubrí -y me parecía tan fascinante- a lo largo de los 20 años que llevo investigando el detrás de escena de esta industria. Quería eliminar las apariencias y mostrar las esencias. Conocí a tres personas que sumaron sus talentos a este concepto y lo hicimos posible. Nos llevó dos años desarrollar una técnica que nos permitiera convertir este sueño en realidad. Jean-François Paul, radiólogo, probó los escaneos con equipamiento médico; Sylvain Ordureau, diseñadora de software, creó un nuevo programa para que nos permitiera ver a través de materiales tan difíciles como el metal o el cristal; y Ricardo Escobar, artista plástico digital, compaginó esas imágenes en 3D escaneadas con las fotografías 2D que yo había tomado. Esta combinación de técnicas nos permitió viajar dentro de los objetos, fragmento a fragmento. ¡Y el resultado es más poético y sorprendete que las apariencias que estamos acostumbrados a observar! Es una manera artística de ver la ciencia y el artesanato, otro modo de ver la creatividad y el conocimiento del hombre en el corazón de un objeto.
RECUADRO
"La historia en la yema de los dedos (inspirada en el guante Neptune de Mary Beyer): Asombran por sus formas, su ligereza, sus finas costuras y su piel de cordero glaseada. Se crean en Millau, una de las cunas de la industria. Esta región, que vivía desde el siglo XI de la cría de ovejas, había desarrollado una técnica única de curtido de pieles de cordero, ideal para mitones refinados. Beyer fue la directora de una pequeña empresa, uno de los últimos talleres que fabrican actualmente 'el guante de Millau', y el último en confeccionarlos a medida en Francia. Esta corporación, que existe desde 1208, diseñaba estos accesorios que convirtieron a Francia en líder mundial del rubro en 1933. Actualmente, dos talleres siguen transmitiendo su saber hacer en Millau".
"La historia en la yema de los dedos (inspirada en el guante Neptune de Mary Beyer): Asombran por sus formas, su ligereza, sus finas costuras y su piel de cordero glaseada. Se crean en Millau, una de las cunas de la industria. Esta región, que vivía desde el siglo XI de la cría de ovejas, había desarrollado una técnica única de curtido de pieles de cordero, ideal para mitones refinados. Beyer fue la directora de una pequeña empresa, uno de los últimos talleres que fabrican actualmente 'el guante de Millau', y el último en confeccionarlos a medida en Francia. Esta corporación, que existe desde 1208, diseñaba estos accesorios que convirtieron a Francia en líder mundial del rubro en 1933. Actualmente, dos talleres siguen transmitiendo su saber hacer en Millau".
RECUADRO
"El tacón rojo del siglo (inspirado en un escarpín de Christian Louboutin): Los tacones vertiginosos existen en Europa desde el siglo XVI, cuando las venecianas lanzaron la delirante moda de encaramarse en extrañas plataformas que, según el grado de nobleza de las damas, trepaban hasta los 75 centímetros. Todavía hoy, toda mujer se siente una estrella calzada en stilettos dotados de tacones cuya extrema esbeltez sólo fue posible gracias a las invenciones de la ingeniería aeronáutica en materia de metales tras la Segunda Guerra Mundial".
"El tacón rojo del siglo (inspirado en un escarpín de Christian Louboutin): Los tacones vertiginosos existen en Europa desde el siglo XVI, cuando las venecianas lanzaron la delirante moda de encaramarse en extrañas plataformas que, según el grado de nobleza de las damas, trepaban hasta los 75 centímetros. Todavía hoy, toda mujer se siente una estrella calzada en stilettos dotados de tacones cuya extrema esbeltez sólo fue posible gracias a las invenciones de la ingeniería aeronáutica en materia de metales tras la Segunda Guerra Mundial".
RECUADRO
"La inventora del sostén, motor de la investigación textil (inspirado en un corset Cadolle): Abanderada del 'sentar bien', la marca Cadolle, que apreciaban tanto Mata Hari como la Duquesa de Windsor, ha labrado la notoriedad mundial de creadores y manufacturas de lencería francesa. Después de que su fundadora, Herminie Cadolle, inventara el sostén en 1889, este nuevo confort revolucionario para las mujeres incorporó numerosas innovaciones en los secretos de su composición. Desde el caucho insertado en los primeros hilos elásticos (de goma), hasta la fibra lycra; desde los bordados y encajes incrustados hasta la seda recortada en 20 faldones para amoldarse al máximo al cuerpo de la mujer. Aunque desde 1996 ni una sola fábrica produce sus colecciones en Francia, la sexta generación de mujeres Cadolle sigue hoy a la cabeza de uno de los últimos talleres de lencería gala, formando a jóvenes aprendices para no dejar desaparecer el fruto de 130 años de experiencia y creación"
"La inventora del sostén, motor de la investigación textil (inspirado en un corset Cadolle): Abanderada del 'sentar bien', la marca Cadolle, que apreciaban tanto Mata Hari como la Duquesa de Windsor, ha labrado la notoriedad mundial de creadores y manufacturas de lencería francesa. Después de que su fundadora, Herminie Cadolle, inventara el sostén en 1889, este nuevo confort revolucionario para las mujeres incorporó numerosas innovaciones en los secretos de su composición. Desde el caucho insertado en los primeros hilos elásticos (de goma), hasta la fibra lycra; desde los bordados y encajes incrustados hasta la seda recortada en 20 faldones para amoldarse al máximo al cuerpo de la mujer. Aunque desde 1996 ni una sola fábrica produce sus colecciones en Francia, la sexta generación de mujeres Cadolle sigue hoy a la cabeza de uno de los últimos talleres de lencería gala, formando a jóvenes aprendices para no dejar desaparecer el fruto de 130 años de experiencia y creación"