Viernes 15 de marzo de 2013 | Publicado en edición impresa
Sonia Lavadinho: "La ciudad tiene que ser un lugar para encontrarse"
Una experta portuguesa plantea eliminar las sendas peatonales y los semáforos
Imaginar una ciudad sin sendas peatonales ni semáforos con autos, bicicletas, tranvías y peatones en una convivencia armónica suena extraño. Pero es posible. Así sucede, por ejemplo, en Ginebra, en Suiza, donde la comuna instrumentó el plan diseñado por Sonia Lavadinho, antropóloga urbana, especialista en movilidad e investigadora de la Escuela Politécnica de Lausana. En la capital suiza en el centro y en los barrios residenciales, este sistema, que funciona desde 2002, permite una fluidez vehicular y la movilidad sustentable de una urbe con una población urbana cercana al millón de habitantes. La clave: la velocidad.
-¿Es posible instrumentar este sistema en las grandes ciudades?
-Cuánto más grande es la ciudad, más se camina. Porque en las pequeñas ciudades no hay tantos medios de transporte multimodales. La ciudad tiene que ser, ante todo, un lugar para encontrarse. Y el plan debe dar prioridad a las personas. Muchas veces ocurre que los planes quieren dar un poco para todos. Pero prioridad no es igualdad. Es elegir a quién le das, según el valor agregado. Y el valor agregado de una ciudad son las personas que se reúnen, no los autos. Prioridad para todos es prioridad para nadie.
-¿Dónde está funcionando este modelo?
-Además de las ciudades suizas también en Francia y Holanda, y se está extendiendo hacia otros lugares. En primer lugar está el peatón, le siguen el tranvía, la bicicleta, el transporte público, el transporte compartido, que incluye el taxi, y sólo al final transporte motorizado individual. Es como si se tratara de un placard en el que uno cada día se pone una ropa. Un día va caminando, otro día se mueve en auto, tranvía o bus. Pero todo tiene que funcionar a escala humana.
-Cuando se eliminan semáforos y sendas peatonales se puede cruzar libremente, ¿cómo se consigue ordenar este sistema?
-Hay que analizar cada caso. Depende del tamaño y del volumen de tráfico. Con un caudal de hasta 30.000 vehículos se puede cruzar en cualquier parte. Debe existir un descanso central, porque no se puede hacer en una calle de doble mano, porque requeriría mucha atención. Lo interesante es que nadie se detiene, ni los peatones ni los coches. El milagro viene de la velocidad baja, porque tienes tiempo de mirar. Cruzar una calle aparece como si se tratara de cruzar un río. Y se transforma en un punto más de encuentro, es una negociación entre los peatones y el tránsito.
-¿Cuál es esa velocidad?
-La velocidad compartida ideal es de entre 20 y 25 km/h. Hasta 30 km/h como máximo. No sólo por una cuestión de movilidad y urbanidad, también por otras razones. En lo que se refiere al ambiente hay menos contaminación, menos ruido y la mortalidad, casi nula.
-En la ciudad de Buenos Aires el tránsito se atascaría a esa velocidad
-Para los autos a veces es bueno eso, porque da más fluidez. Es importante entender eso. Cuanto más lento, más fluido.
-¿Este sistema es aplicable en los barrios o también en el centro de la ciudad?
-Hay que ver qué se entiende por centro. Siempre somos la periferia de alguien y el centro de alguien. En Suiza trabajamos mucho con centralidades periféricas. Buenos Aires tiene muchas de éstas. Lo importante es aumentar el nivel de urbanidad. Y ante todo es un lugar en donde puedas caminar. Eso sí, tiene que ser un sistema. No se puede poner una sola calle en donde haya que circular a baja velocidad porque se da un mensaje contradictorio y la gente en vez de tomarlo amigablemente se ofusca.
-El diseño del plan en la ciudad es fundamental entonces
-El diseño es el mensaje. Si uno baja de una autopista tiene que tener en claro que la velocidad debe bajar cuando llega a la ciudad.
-¿Cómo se hace en una ciudad como Buenos Aires, con avenidas tan grandes?
-Las avenidas invitan a la velocidad, pero sólo con el cambio en la frecuencia de los semáforos podría mejorar. Hay que dar más tiempo para los peatones. Me parece bueno el sistema que se está instrumentando en la ciudad, pero sería un error quedarse sólo con el centro administrativo y financiero. Tienen un gran potencial, no sólo puntos de encuentro, sino lo esencial, que es mucha gente en la calle..